EN UN PARTIDO CALIENTE EL LOBO EMPATO CON QUILMES

El Lobo empató con Quilmes 1 a 1 y se quedo sin chances de pelear por un lugar en la promoción. En un partido que tuvo de todo, se jugó mucho por el medio, todo fue muy friccionado, hubo poca profundidad de ambos equipos y una gran hecatombe casi al final del partido.

Nico Cabrera a los 7 minutos del segundo tiempo, y Miguel Caneo a los 11, luego de un dudoso penal, fueron los autores de los goles. En el cierre Beligoy, de irregular arbitraje y sin necesidad, expulsó a cuatro jugadores, dos por bando, luego de una escaramuza y algunos empujones.

El comienzo del partido fue, según las especulaciones previas, tal cual lo imaginado. Quilmes fue un equipo con mayor presión ofensiva y con ansias de conseguir el necesitado triunfo. El Lobo jugo de contragolpe con las pocas herramientas que tiene en su ataque.

El eje del juego cervecero era Caneo. Con poco, el Chino se hacía de la pelota y los volantes de contención, o el único que realmente lo era, el uruguayo Pouso, le miraba el número. En esos minutos de reconexión Quilmes acercó peligro, pero fue más lo que insinuó en los marcos del área que lo que la penetró. 

Agazapado, el Lobo empezó a vislumbrar el negocio que muchas veces buscó a lo largo del periodo de Troglio: el contragolpe. Cuando tenía la pelota intentaba apretar hacia delante, aún con groseros desacoples de Macaluso y Goux, y cuando no se replegaba y salía rápido con García, que no terminó una bien, y la sociedad Cabrera junto a De Blasis, mucho más aceitada.

Promediando el primer tiempo y con pocas chances claras Pouso comenzó a asentarse en la mitad de la cancha, a cortar toda pelota que rondara por el círculo central y a ser el patrón del partido. El uruguayo, en base a una entrega impresionante en pos del equipo  cada vez que pudo, distribuyó con criterio teniendo a De Blasis como el mejor intérprete de jugadas ofensivas.

Aún así, mereciendo un poco más el Lobo, el 0 a 0 del primer tiempo apenas dejó buenas intenciones de Mussis, con gran velocidad por el sector derecho, y la recurrente falta de peso ofensivo del Lobo, que también contagió al Cervecero.

En el segundo tiempo el Lobo salió más decidido a presionar en el mediocampo y de esa postura surgió la apertura del marcador a los 7 minutos: Benavídez le robó la pelota cuando Garnier intentaba girar y habilitó de gran manera a Cabrera, que se filtró por izquierda y cuando entraba al área tiró un centro para Altobelli, que acompañaba por el medio, y la pelota se metió en el segundo palo de Trípodi.

La reacción de Quilmes no se hizo esperar y a los 10 trepó por derecha, llegó al fondo y luego de que la pelota rebote en las piernas de De Blasis, dio en el brazo pero sin intención y Beligoy cobró un dudoso penal. Caneo no falló y ahí se rompió el partido.

Así fueron pasando los minutos, Troglio contribuyó a la carencia del Lobo sacando a un productivo Mussis para poner a Choy, que le quitó mucha velocidad al ataque tripero. A los 35 entró Chaves y el Lobo contó con algunas chances de contraataque que no supo efectivizar por las malas decisiones individuales. En este sentido lo tuvo Goux a los 37, que quedó mano a mano con Trípodi y tardó una eternidad en definir, y a la salida del córner posterior lo erró Pouso, que cabeceó de una buena posición y la tiró por sobre el travesaño.

 A los 44 Beligoy expulsó bien a De Blasis por una falta desde atrás para cortar una contra del Cervecero, y unos segundos después el bochorno del final. Rescaldani fue muy mal contra Monetti que le ganaba tranquilo la pelota, se armó un tumulto en el área tripera y la decisión exagerada del árbitro, por algunos empujones fue expulsar sucesivamente a cuatro jugadores: Monetti y Pouso de Gimnasia, y Rescaldani y Garnier de Quilmes.

El Lobo cerró sus chances matemáticas de pelear por un lugar en la promo, jugó muy bien contra los equipos que hoy están arriba y jugó muy mal con equipos más débiles que están  muy por debajo, Por eso es que faltaron puntos claves para hoy estar con chances en la recta final.

 

D&D