Fuente: Diario El Día
Termina de ordenar los últimos movimientos tácticos en los campos de la zona trasera de Estancia Chica y la gente ya empieza a hacer fila para tener su tiempo con el ídolo. No bien pone un pie fuera del recinto alambrado para irse hacia la zona de vestuarios del enorme predio de Abasto, está rodeado por hinchas, de todas las edades, que disparan flashes, apuntalan lapiceras o que quieren un abrazo, simplemente un abrazo.
No son segundos, son minutos de atención a los fanáticos. Así es Pedro Troglio , uno de esos tipos del mundo del fútbol que antes que borrarle un sonrisa a un pibito que pide su gancho para una camiseta, prefiere quedarse casi sin tiempo para el relax entre el entrenamiento matutino y el almuerzo. Con la charla con este diario ya pautada, el DT mens sana tiene que subirse a la camioneta del masajista Daniel Ciancio para irse hasta los camarines porque el tiempo apremia.
Detrás del casco de la Casona se larga el mano a mano. El almuerzo está listo y sólo 15 minutos separan el momento del “rec” del grabador con el previsto para empezar a comer. Sin embargo, el diálogo fluye con naturalidad, brotan las historias, el corazón se abre y el reloj dejó de ser una barrera para las confesiones. La multa por sumarse a los comensales con retraso es un hecho. Del rito disciplinario no se salva ni el DT. La charla, que al final duró mucho más que un cuarto de hora, empezó así:
- ¿Lo que se viene de dirigir a Gimnasia otra vez en Primera División es un desafío o una motivación?
- El desafío más grande de mi vida fue este que acaba de pasar, porque lo otro es algo que conozco y que ya lo viví acá en el club, donde tuvimos buenos momentos y también he estado en otros clubes. Para mí era un desafío muy grande bajar de categoría, porque si yo no hubiera conseguido el ascenso hoy me hubiera tenido que ir del club, tendría que haber renunciado y con una mochila terrible que era el fracasar en el Nacional B. Si eso hubiera pasado, hubiera sido difícil insertarme de vuelta en el ruedo, más allá de que siempre hay un manotazo de ahogado. Este logro me dio la posibilidad de ganar en jerarquía, de ganarme un lugar en la consideración de muchos y, sobre todo, volver a llevar a Gimnasia a Primera. Uno de a poquito intenta salvar deudas. Si bien uno consiguió cositas buenas en el club, sabe que hay una deuda grande y la misma se va solucionando con victorias, con objetivos importantes. Ojalá que pueda terminar de taparlas, pero en el fútbol por ahí agarrás el Barcelona y lo desbarrancás, y agarrás un equipo como este y te puede salir bien.
- ¿Volvió a solidificarse su idilio con la gente?
- Yo sigo teniendo mis contras por haber participado de un resultado de mierda en un clásico y eso hay gente que aún no me lo ha perdonado y que quizás nunca me lo perdonará, salvo que el día de mañana consigas una victoria abultada o un campeonato en Primera. Yo recuerdo que llegué a este club en el año 2005 con un reconocimiento de un 90 a 10 a favor por el momento que vivía Gimnasia que estaba yéndose al descenso, por lo que la gente quería ver como DT a alguien del club. Allí nos salvamos del descenso e hicimos 70 puntos y llegué a estar 95 a 5 con los hinchas a favor. Pero después de aquel clásico de mierda quedé en un 60 a 40 en el reconocimiento de la gente hasta que me fui. Pienso que hoy volví a ganar y debo tener un 80 a 20 a favor, pienso que voy a conquistar a todos el día que consiga algo mucho más importante para el club. A veces el de arriba por algo hace las cosas, por algo un día te devuelve algo. Por algo me mandó en este momento a Gimnasia y me permitió ascender, todo se da por algo, en el momento de agarrar yo justo había quedado sin club. Estoy feliz, me falta solamente saldar alguna cuenta más.
- ¿Sueña con que es posible ganar un campeonato?
- Sí, cada día, y cuando veo el fútbol tan parejo sueño todavía más. Siempre me preguntan cuál es mi sueño y algunos se imaginarán cosas como `este tipo debe querer dirigir la Selección´ o `ir a otro club grande´, pero el sueño más grande que tengo es que el día que a Gimnasia le toque dar la vuelta el de arriba me ponga a mí en el banco. Sería fantástico ser el técnico de Gimnasia dando la vuelta en Primera, pero confío en que con lo que ha pasado con los Argentinos Juniors, con los Banfield o con Arsenal, depende de una estructura, de un equipo metido, con una idea futbolística y de un sacrificio, más un poquito de suerte. Estoy convencido de que se puede conseguir, no es fácil, pero se puede.
- ¿La espina de 2005 le quedó clavada?
- Sí, seguro. Hay que recordar que en un momento estábamos a ocho puntos de Boca, pero en el momento que quedamos tres puntos arriba y venía Tiro Federal yo estaba convencido de que se podía, pero a Gimnasia le pasa esto. Te digo más, el día que vamos a jugar contra Instituto en Córdoba, que se había armado una gran movilización y siempre que armamos algo así nos pasa algo, yo dije esto debe terminar acá, tiene que cambiar un poco esa onda. Entonces, que se haya terminado todo ese día te da la sensación de que algo distinto hay. La espina de 2005 me quedó clava en aquel momento, aunque ahora a la distancia y viendo todo lo que pasó después, veo que todo aquello fue fantástico. Luchar palmo a palmo con un Boca con Rodrigo Palacio, Insúa, Palermo, Gago y otros monstruos no es poco, peleamos hasta el final, quizás hubo una jerarquía individual que pesó, pero logramos hacer le mejor campaña de la historia junto con la de Timoteo.
- ¿Uno de sus luchas es sacarle a todos de la cabeza eso de pensar que a Gimnasia siempre le va a pasar algo en momentos decisivos?
- Sí, ese concepto o esos mitos deben desaparecer. O que si el Bosque, cuando yo digo que hemos ganado y perdido en todas las canchas a las que hemos ido, has perdido campeonato en el Bosque o algún descenso, has ganado ahí y en otros lugares. También ganamos partidos determinantes en el Bosque, yo me acuerdo de la presión que le metíamos a todos los equipos allí en 2005. Hay un mito instalado como que a Gimnasia le va a pasar algo y no es así, fijate que Banfield salió campeón por primera vez en su historia ahora, Lanús lo mismo y Gimnasia por ahí puede meter cuatro campeonatos, quiero decir que nunca se sabe en el fútbol. Por ahí en seis o siete años superás la historia de otros equipos, nunca se sabe.
- ¿Cuál es el sueño más grande de tu vida deportiva?
- Ser campeón con Gimnasia, no tengo otro, ni campeón con la Selección ni campeón con nadie.
- ¿Cuál es el ABC del Troglio técnico?
- El punto número uno del ABC es que jugador de Gimnasia que camina es jugador muerto futbolísticamente. Segundo, quiero un laburo incondicional de los 10 jugadores de campo a la hora de recuperar la pelota y que conozcan las dos maneras de jugar al fútbol, que es cuando la tengo y cuando no la tengo. Este laburo es más difícil emplearlo en los volantes ofensivos y en los delanteros, pero cuando les entra el chip se dan cuenta que es mejor para ellos, porque cuando más adelante la recuperás, más rápido llegás al arco contrario, en dos toques te metiste en el área rival. A mí me gusta la presión constante, la atención constante y la agonística constante. Después todo va de la mano de la técnica individual de cada jugador.
- Ahora está de moda trabajar todo el tiempo con pelota en los entrenamientos, pero ustedes siguen con los métodos tradicionales y les dan tareas físicas durísimas a los jugadores, ¿qué forma le gusta más?
- Primero darle espacio al Profe porque me quita espacio a mí y eso es importante poque el técnico no puede ser siempre la cara visible ante los jugadores, porque los cansás. La técnica de ir uno y que después vaya el otro, entretiene y distrae un poco más, eso a nosotros nos da un resultado bárbaro. Un día el Caio Enría nos dijo `el fútbol es una gran mentira´ y es verdad, porque a veces algunos se quieren poner a inventar cosas nuevas, porque si lo hacés sos un fenómeno, pero no hay que perder de vista que hay cosas que se hacían antes que no dejan de ser buenas.
- ¿Cree que se vende mucho humo queriendo hablar raro para marcar alguna diferencia?
- A veces vos caminás con una carpeta dentro de una cancha y quien lo hace y usa anteojos parece más inteligente que quien no lo hace. Yo creo que está en la capacidad del técnico tener todo en la mente, el trabajo de campo para mí va con las manos libres, no con una carpeta debajo del brazo. Vos la carpeta la podés dejar afuera y de última si te olvidás de algo vas y revisás, pero un técnico tiene que tener todo en la cabeza. Algunos se matan por emplear palabras nuevas, ojo, nosotros también lo hacemos eh, yo les hago un trabajo de asociaciones y eso no es otra cosa que las viejas y queridas paredes, pero decís asociación y parece algo más metódico, como que suena más lindo para el oído. Vos tenés que usar esa palabra porque si decís paredes te tildan de antiguo, a mí no me afecta acostumbrarme a eso. Lo que sí creo es que no hay que inventar más de lo que está inventado simplemente porque hay invenciones que no sirven y no han dado resultado.
- ¿Es quizás la simpleza la que permite llegarle al jugador?
- Yo soy un tipo abierto, trabajo a muerte con los jugadores, pero si después tengo que reírme en una mesa o tirar un chiste en la cancha lo hago. A mí me ha ido mal en alguna ocasión o me he tenido que ir, pero los jugadores han intentado jugarse ante la posibilidad de un desbanque tuyo. Trato de seguir manejando el mismo estado de ánimo, que la gente venga con alegría y no hablo sólo de los jugadores, hablo de la utilería, de la cocina, hay que vivir con alegría.
- Me acuerdo de una anécdota suya en una pretemporada en Punta del Este, cuando tenían que cambiarse en una cancha que no tenía vestuario y el Grillo Larrosa (un pibe en aquel momento) puso algunos reparos y usted, que era el de más experiencia lo “invitó” a cambiarse allí sin hacer dramas, como queriendo bajar del estrellato...
- Laburar de algo que a vos te gusta es impagable, no todos pueden hacerlo y como todo laburo tienen sus pros y sus contras. Hay presión constante, el sentirte bien cuando jugás o dirigís bien o una porquería cuando pasa lo contrario, pero las raíces no se olvidan. A mí me ha tocado bañarme con agua fría o con calentadores de querosene donde te caía el agua con llamas, entonces no me puede afectar cambiarme un día afuera, en el frío. Eso sirve para marcarle a todos que hay que disfrutar lo que uno tiene, si después te toca entrenar en una cancha mala después de todas las buenas en las que lo hicimos, no debe haber problemas. Eso es lo que tiene este grupo, por eso me siento identificado, porque se han adaptado a todo. En alguna pretemporada los he llevado a entrenar en lugares horribles o hemos estado en vestuarios terribles, pero siempre se han adaptado bien.
- ¿Por qué logra ese ida y vuelta tan fuerte con la gente de Gimnasia?
- El día que llegué con 31 años y luego de jugar afuera, mucha gente pensó que venía a robarla, pero empezaron a notar mi manera de jugar en la cancha, el entregarme en cada partido. Después también se dio la buena onda con la gente en el día a día, sin eso de negarme a una foto o a una charla, con eso la gente se fue encariñando. Después les respondés en la cancha y se va generado una onda que va acompañada de resultados, todo eso ha provocado lo que provocó. Yo hoy vivo en esta ciudad y siempre digo que yo nací de mi viejo y mi vieja y un día me enamoré de una mina y estoy viviendo con ella. Esto es algo parecido, vos naciste en un club, un día te enamoraste de otro club y estás enamorado de él.
- Es muy llamativa la anécdota de cuando se armó una movilización para ir a ver un lesionado, cuando fueron los hinchas a alentarlo a su casa luego de su lesión en la rodilla...
- Sí, me acuerdo patente, sacaron tres micros y vinieron a verme un domingo a Castelar con tortas, para hacerle un acompañamiento a un tipo que llevaba sólo seis meses en el club, ya había una onda importante que se fue potenciando día a día por cada cosa que hemos vivido juntos. El cariño es mutuo, es imposible no amar a este club con el cariño exagerado que la gente me brinda. Como siempre digo, afectivamente, en esta ciudad me siento Messi, esa es la sensación que tengo.
- Le propongo un juego: supongamos que baja Dios y le da a elegir cambiar lo que fueron los partidos con Tiro Federal y Newell´s para ser campeón en 2005 con Gimnasia o el choque ante Alemania con la Selección en la final de Italia 1990, ¿qué eligiría cambiar?
- Cambio los dos de acá, sin ninguna duda. Viviendo el amor que hoy veo en este club, sin dudas. Por ahí quince años atrás te digo el partido contra Alemania, pero por lo que significa este club para mí, cambio lo de acá. Esto es el amor del día a día, lo otro es una minita que encontraste un día e hiciste una macana. Para mi el ascenso con Gimnasia fue más importante que la final de la Copa Libertadores con River.
- ¿Qué significa Griguol?
- Es sin dudas uno de mis padres futbolísticos, lo tengo en un lugar privilegiado al Viejo, junto a Veira y a Bilardo.
- ¿Y Bilardo?
- El tipo que me dio la posibilidad de jugar en la Selección de Argentina, un tipo al que aprecio mucho y al que la gente de Gimnasia siempre me perdonó que lo haya puesto como referente. Yo sería muy injusto con él, si por el simple hecho de la rivalidad Estudiantes-Gimnasia no lo nombrara entre los tipos que me dieron mucho. Y el Bambino es motivación pura. Yo agarré al Bambino de 39 o 40 años, fue quien me hizo debutar en la Primera mayor y generó mi salida a Europa.
- ¿Qué nos puede decir de Guillermo Barros Schelotto?
- Un tipo al que conozco desde hace muchos años, al que alguna vez han querido poner en una competencia conmigo para ver quién era más o menos, pero para mí Guillermo es el ídolo número uno de Gimnasia. Quizás yo vengo en el pelotón de abajo junto al Viejo y a unos cuantos más, pero sin ninguna duda ama a este club, nació acá, los has visto festejar ahora el ascenso con sus hijos en la calle, es el ídolo número uno. Vino al club y como sabía que sus condiciones físicas o futbolísticas no eran las mejores, no le cobró un peso al club, para mí es el ídolo máximo de Gimnasia.
- ¿Se amigó con Andrés Guglielminpietro?
- La alegría más grande fue haber solucionado este año mi problema con él, nos juntamos y está todo bien. Ya arreglamos para hacer un amistoso con Quilmes, la relación volvió a su cauce y era la deuda más grande que tenía conmigo mismo en la vida.
- ¿Y con el Pampa Sosa?
- No hablé más porque nunca lo entendí con aquella declaración. Es un tipo con quien tenía una relación bárbara, de amistad, de llamarnos, estando en Nápoli me ha llamado. No entendí la declaración de él, que creo que venía por el lado de otros jugadores, pero yo con él siempre me porté bien. Será porque un día perdí siete a cero un clásico, pero todos los que participamos del fútbol alguna vez tuvimos que comernos un garrón. No lo entendí, pero me dolió porque viene de un tipo del que no me lo esperaba.
- ¿Qué opina de Sabella?
- Para mí es el tipo que le encontró la vuelta a la Selección, porque armó un equipo equilibrado en base a los cuatro hombres ofensivos. Sabe lo que hace, está buscando los mejores jugadores ahí atrás.
Termina de ordenar los últimos movimientos tácticos en los campos de la zona trasera de Estancia Chica y la gente ya empieza a hacer fila para tener su tiempo con el ídolo. No bien pone un pie fuera del recinto alambrado para irse hacia la zona de vestuarios del enorme predio de Abasto, está rodeado por hinchas, de todas las edades, que disparan flashes, apuntalan lapiceras o que quieren un abrazo, simplemente un abrazo.
No son segundos, son minutos de atención a los fanáticos. Así es Pedro Troglio , uno de esos tipos del mundo del fútbol que antes que borrarle un sonrisa a un pibito que pide su gancho para una camiseta, prefiere quedarse casi sin tiempo para el relax entre el entrenamiento matutino y el almuerzo. Con la charla con este diario ya pautada, el DT mens sana tiene que subirse a la camioneta del masajista Daniel Ciancio para irse hasta los camarines porque el tiempo apremia.
Detrás del casco de la Casona se larga el mano a mano. El almuerzo está listo y sólo 15 minutos separan el momento del “rec” del grabador con el previsto para empezar a comer. Sin embargo, el diálogo fluye con naturalidad, brotan las historias, el corazón se abre y el reloj dejó de ser una barrera para las confesiones. La multa por sumarse a los comensales con retraso es un hecho. Del rito disciplinario no se salva ni el DT. La charla, que al final duró mucho más que un cuarto de hora, empezó así:
- ¿Lo que se viene de dirigir a Gimnasia otra vez en Primera División es un desafío o una motivación?
- El desafío más grande de mi vida fue este que acaba de pasar, porque lo otro es algo que conozco y que ya lo viví acá en el club, donde tuvimos buenos momentos y también he estado en otros clubes. Para mí era un desafío muy grande bajar de categoría, porque si yo no hubiera conseguido el ascenso hoy me hubiera tenido que ir del club, tendría que haber renunciado y con una mochila terrible que era el fracasar en el Nacional B. Si eso hubiera pasado, hubiera sido difícil insertarme de vuelta en el ruedo, más allá de que siempre hay un manotazo de ahogado. Este logro me dio la posibilidad de ganar en jerarquía, de ganarme un lugar en la consideración de muchos y, sobre todo, volver a llevar a Gimnasia a Primera. Uno de a poquito intenta salvar deudas. Si bien uno consiguió cositas buenas en el club, sabe que hay una deuda grande y la misma se va solucionando con victorias, con objetivos importantes. Ojalá que pueda terminar de taparlas, pero en el fútbol por ahí agarrás el Barcelona y lo desbarrancás, y agarrás un equipo como este y te puede salir bien.
- ¿Volvió a solidificarse su idilio con la gente?
- Yo sigo teniendo mis contras por haber participado de un resultado de mierda en un clásico y eso hay gente que aún no me lo ha perdonado y que quizás nunca me lo perdonará, salvo que el día de mañana consigas una victoria abultada o un campeonato en Primera. Yo recuerdo que llegué a este club en el año 2005 con un reconocimiento de un 90 a 10 a favor por el momento que vivía Gimnasia que estaba yéndose al descenso, por lo que la gente quería ver como DT a alguien del club. Allí nos salvamos del descenso e hicimos 70 puntos y llegué a estar 95 a 5 con los hinchas a favor. Pero después de aquel clásico de mierda quedé en un 60 a 40 en el reconocimiento de la gente hasta que me fui. Pienso que hoy volví a ganar y debo tener un 80 a 20 a favor, pienso que voy a conquistar a todos el día que consiga algo mucho más importante para el club. A veces el de arriba por algo hace las cosas, por algo un día te devuelve algo. Por algo me mandó en este momento a Gimnasia y me permitió ascender, todo se da por algo, en el momento de agarrar yo justo había quedado sin club. Estoy feliz, me falta solamente saldar alguna cuenta más.
- ¿Sueña con que es posible ganar un campeonato?
- Sí, cada día, y cuando veo el fútbol tan parejo sueño todavía más. Siempre me preguntan cuál es mi sueño y algunos se imaginarán cosas como `este tipo debe querer dirigir la Selección´ o `ir a otro club grande´, pero el sueño más grande que tengo es que el día que a Gimnasia le toque dar la vuelta el de arriba me ponga a mí en el banco. Sería fantástico ser el técnico de Gimnasia dando la vuelta en Primera, pero confío en que con lo que ha pasado con los Argentinos Juniors, con los Banfield o con Arsenal, depende de una estructura, de un equipo metido, con una idea futbolística y de un sacrificio, más un poquito de suerte. Estoy convencido de que se puede conseguir, no es fácil, pero se puede.
- ¿La espina de 2005 le quedó clavada?
- Sí, seguro. Hay que recordar que en un momento estábamos a ocho puntos de Boca, pero en el momento que quedamos tres puntos arriba y venía Tiro Federal yo estaba convencido de que se podía, pero a Gimnasia le pasa esto. Te digo más, el día que vamos a jugar contra Instituto en Córdoba, que se había armado una gran movilización y siempre que armamos algo así nos pasa algo, yo dije esto debe terminar acá, tiene que cambiar un poco esa onda. Entonces, que se haya terminado todo ese día te da la sensación de que algo distinto hay. La espina de 2005 me quedó clava en aquel momento, aunque ahora a la distancia y viendo todo lo que pasó después, veo que todo aquello fue fantástico. Luchar palmo a palmo con un Boca con Rodrigo Palacio, Insúa, Palermo, Gago y otros monstruos no es poco, peleamos hasta el final, quizás hubo una jerarquía individual que pesó, pero logramos hacer le mejor campaña de la historia junto con la de Timoteo.
- ¿Uno de sus luchas es sacarle a todos de la cabeza eso de pensar que a Gimnasia siempre le va a pasar algo en momentos decisivos?
- Sí, ese concepto o esos mitos deben desaparecer. O que si el Bosque, cuando yo digo que hemos ganado y perdido en todas las canchas a las que hemos ido, has perdido campeonato en el Bosque o algún descenso, has ganado ahí y en otros lugares. También ganamos partidos determinantes en el Bosque, yo me acuerdo de la presión que le metíamos a todos los equipos allí en 2005. Hay un mito instalado como que a Gimnasia le va a pasar algo y no es así, fijate que Banfield salió campeón por primera vez en su historia ahora, Lanús lo mismo y Gimnasia por ahí puede meter cuatro campeonatos, quiero decir que nunca se sabe en el fútbol. Por ahí en seis o siete años superás la historia de otros equipos, nunca se sabe.
- ¿Cuál es el sueño más grande de tu vida deportiva?
- Ser campeón con Gimnasia, no tengo otro, ni campeón con la Selección ni campeón con nadie.
- ¿Cuál es el ABC del Troglio técnico?
- El punto número uno del ABC es que jugador de Gimnasia que camina es jugador muerto futbolísticamente. Segundo, quiero un laburo incondicional de los 10 jugadores de campo a la hora de recuperar la pelota y que conozcan las dos maneras de jugar al fútbol, que es cuando la tengo y cuando no la tengo. Este laburo es más difícil emplearlo en los volantes ofensivos y en los delanteros, pero cuando les entra el chip se dan cuenta que es mejor para ellos, porque cuando más adelante la recuperás, más rápido llegás al arco contrario, en dos toques te metiste en el área rival. A mí me gusta la presión constante, la atención constante y la agonística constante. Después todo va de la mano de la técnica individual de cada jugador.
- Ahora está de moda trabajar todo el tiempo con pelota en los entrenamientos, pero ustedes siguen con los métodos tradicionales y les dan tareas físicas durísimas a los jugadores, ¿qué forma le gusta más?
- Primero darle espacio al Profe porque me quita espacio a mí y eso es importante poque el técnico no puede ser siempre la cara visible ante los jugadores, porque los cansás. La técnica de ir uno y que después vaya el otro, entretiene y distrae un poco más, eso a nosotros nos da un resultado bárbaro. Un día el Caio Enría nos dijo `el fútbol es una gran mentira´ y es verdad, porque a veces algunos se quieren poner a inventar cosas nuevas, porque si lo hacés sos un fenómeno, pero no hay que perder de vista que hay cosas que se hacían antes que no dejan de ser buenas.
- ¿Cree que se vende mucho humo queriendo hablar raro para marcar alguna diferencia?
- A veces vos caminás con una carpeta dentro de una cancha y quien lo hace y usa anteojos parece más inteligente que quien no lo hace. Yo creo que está en la capacidad del técnico tener todo en la mente, el trabajo de campo para mí va con las manos libres, no con una carpeta debajo del brazo. Vos la carpeta la podés dejar afuera y de última si te olvidás de algo vas y revisás, pero un técnico tiene que tener todo en la cabeza. Algunos se matan por emplear palabras nuevas, ojo, nosotros también lo hacemos eh, yo les hago un trabajo de asociaciones y eso no es otra cosa que las viejas y queridas paredes, pero decís asociación y parece algo más metódico, como que suena más lindo para el oído. Vos tenés que usar esa palabra porque si decís paredes te tildan de antiguo, a mí no me afecta acostumbrarme a eso. Lo que sí creo es que no hay que inventar más de lo que está inventado simplemente porque hay invenciones que no sirven y no han dado resultado.
- ¿Es quizás la simpleza la que permite llegarle al jugador?
- Yo soy un tipo abierto, trabajo a muerte con los jugadores, pero si después tengo que reírme en una mesa o tirar un chiste en la cancha lo hago. A mí me ha ido mal en alguna ocasión o me he tenido que ir, pero los jugadores han intentado jugarse ante la posibilidad de un desbanque tuyo. Trato de seguir manejando el mismo estado de ánimo, que la gente venga con alegría y no hablo sólo de los jugadores, hablo de la utilería, de la cocina, hay que vivir con alegría.
- Me acuerdo de una anécdota suya en una pretemporada en Punta del Este, cuando tenían que cambiarse en una cancha que no tenía vestuario y el Grillo Larrosa (un pibe en aquel momento) puso algunos reparos y usted, que era el de más experiencia lo “invitó” a cambiarse allí sin hacer dramas, como queriendo bajar del estrellato...
- Laburar de algo que a vos te gusta es impagable, no todos pueden hacerlo y como todo laburo tienen sus pros y sus contras. Hay presión constante, el sentirte bien cuando jugás o dirigís bien o una porquería cuando pasa lo contrario, pero las raíces no se olvidan. A mí me ha tocado bañarme con agua fría o con calentadores de querosene donde te caía el agua con llamas, entonces no me puede afectar cambiarme un día afuera, en el frío. Eso sirve para marcarle a todos que hay que disfrutar lo que uno tiene, si después te toca entrenar en una cancha mala después de todas las buenas en las que lo hicimos, no debe haber problemas. Eso es lo que tiene este grupo, por eso me siento identificado, porque se han adaptado a todo. En alguna pretemporada los he llevado a entrenar en lugares horribles o hemos estado en vestuarios terribles, pero siempre se han adaptado bien.
- ¿Por qué logra ese ida y vuelta tan fuerte con la gente de Gimnasia?
- El día que llegué con 31 años y luego de jugar afuera, mucha gente pensó que venía a robarla, pero empezaron a notar mi manera de jugar en la cancha, el entregarme en cada partido. Después también se dio la buena onda con la gente en el día a día, sin eso de negarme a una foto o a una charla, con eso la gente se fue encariñando. Después les respondés en la cancha y se va generado una onda que va acompañada de resultados, todo eso ha provocado lo que provocó. Yo hoy vivo en esta ciudad y siempre digo que yo nací de mi viejo y mi vieja y un día me enamoré de una mina y estoy viviendo con ella. Esto es algo parecido, vos naciste en un club, un día te enamoraste de otro club y estás enamorado de él.
- Es muy llamativa la anécdota de cuando se armó una movilización para ir a ver un lesionado, cuando fueron los hinchas a alentarlo a su casa luego de su lesión en la rodilla...
- Sí, me acuerdo patente, sacaron tres micros y vinieron a verme un domingo a Castelar con tortas, para hacerle un acompañamiento a un tipo que llevaba sólo seis meses en el club, ya había una onda importante que se fue potenciando día a día por cada cosa que hemos vivido juntos. El cariño es mutuo, es imposible no amar a este club con el cariño exagerado que la gente me brinda. Como siempre digo, afectivamente, en esta ciudad me siento Messi, esa es la sensación que tengo.
- Le propongo un juego: supongamos que baja Dios y le da a elegir cambiar lo que fueron los partidos con Tiro Federal y Newell´s para ser campeón en 2005 con Gimnasia o el choque ante Alemania con la Selección en la final de Italia 1990, ¿qué eligiría cambiar?
- Cambio los dos de acá, sin ninguna duda. Viviendo el amor que hoy veo en este club, sin dudas. Por ahí quince años atrás te digo el partido contra Alemania, pero por lo que significa este club para mí, cambio lo de acá. Esto es el amor del día a día, lo otro es una minita que encontraste un día e hiciste una macana. Para mi el ascenso con Gimnasia fue más importante que la final de la Copa Libertadores con River.
- ¿Qué significa Griguol?
- Es sin dudas uno de mis padres futbolísticos, lo tengo en un lugar privilegiado al Viejo, junto a Veira y a Bilardo.
- ¿Y Bilardo?
- El tipo que me dio la posibilidad de jugar en la Selección de Argentina, un tipo al que aprecio mucho y al que la gente de Gimnasia siempre me perdonó que lo haya puesto como referente. Yo sería muy injusto con él, si por el simple hecho de la rivalidad Estudiantes-Gimnasia no lo nombrara entre los tipos que me dieron mucho. Y el Bambino es motivación pura. Yo agarré al Bambino de 39 o 40 años, fue quien me hizo debutar en la Primera mayor y generó mi salida a Europa.
- ¿Qué nos puede decir de Guillermo Barros Schelotto?
- Un tipo al que conozco desde hace muchos años, al que alguna vez han querido poner en una competencia conmigo para ver quién era más o menos, pero para mí Guillermo es el ídolo número uno de Gimnasia. Quizás yo vengo en el pelotón de abajo junto al Viejo y a unos cuantos más, pero sin ninguna duda ama a este club, nació acá, los has visto festejar ahora el ascenso con sus hijos en la calle, es el ídolo número uno. Vino al club y como sabía que sus condiciones físicas o futbolísticas no eran las mejores, no le cobró un peso al club, para mí es el ídolo máximo de Gimnasia.
- ¿Se amigó con Andrés Guglielminpietro?
- La alegría más grande fue haber solucionado este año mi problema con él, nos juntamos y está todo bien. Ya arreglamos para hacer un amistoso con Quilmes, la relación volvió a su cauce y era la deuda más grande que tenía conmigo mismo en la vida.
- ¿Y con el Pampa Sosa?
- No hablé más porque nunca lo entendí con aquella declaración. Es un tipo con quien tenía una relación bárbara, de amistad, de llamarnos, estando en Nápoli me ha llamado. No entendí la declaración de él, que creo que venía por el lado de otros jugadores, pero yo con él siempre me porté bien. Será porque un día perdí siete a cero un clásico, pero todos los que participamos del fútbol alguna vez tuvimos que comernos un garrón. No lo entendí, pero me dolió porque viene de un tipo del que no me lo esperaba.
- ¿Qué opina de Sabella?
- Para mí es el tipo que le encontró la vuelta a la Selección, porque armó un equipo equilibrado en base a los cuatro hombres ofensivos. Sabe lo que hace, está buscando los mejores jugadores ahí atrás.
DANILO&DIEGO
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