El Lobo volvió a Primera con todo. En un partido de trámite parejo y de
ritmo cambiante, Gimnasia hizo del orden su principal virtud y derrotó 1
a 0 a River con un penal de Lucas Licht, en el complemento. El equipo
de Troglio se dio el lujo de debutar en el torneo Inicial con una
victoria valiosísima frente a uno de los candidatos a quedarse con el
título.
En el balance general del encuentro River fue el que tuvo más la pelota y ocasiones claras para convertir -una vez más volvió a ser descomunal el trabajo de Monetti-, y Gimnasia el que, apelando más a la entrega y el sacrificio, inclinó la balanza a su favor hasta llegar a la victoria, que llegó a los 29' del segundo tiempo desde los doce pasos.
El comienzo del juego mostró a un Lobo hambriento, tomando la iniciativa y tratando de marcarle el territorio al Millonario. Tal es así que en el trascurso de los primeros 5 minutos ya había contado con dos situaciones sobre el arco de Barovero. El primero con un remate de Pereyra, que se fue por encima del travesaño, y la segunda mediante un disparo de Mussis que el arquero de la Banda muy bien supo reaccionar y mandar la pelota al córner.
Superados estos primeros minutos River, que fue de menor a mayor y con el andar del juego se fue adueñando de la pelota, especialmente en el mediocampo, sector que a Gimnasia le costó mucho dominar, respondió sobre el cuarto de hora a través de un buen cabezazo del hábil Lanzini, tras un tiro libre de Ferreyra, que por poco no se le metió al Mono Monetti.
Este primer aviso de la visita se convirtió dos minutos después en una preocupación. Es que perdido el mediocampo, Carbonero encaró entre los centrales y desde afuera el colombiano sacó un rasante remate que se fue apenas desviado, para tranquilidad del pueblo gimnasista.
Desde esta situación del Millonario hasta los 40 minutos del primer tiempo el partido entró en una meseta y ninguno encontró el camino ideal como para lastimar, mas el conjunto que dirige Ramón Díaz continuó siendo el que más y mejor manejó la pelota en toda esta etapa. Y para colmo Monetti tuvo que volver a exigirse ante débil pero justo disparo de Maidana.
Esperó el momento y no lo perdonó. El comienzo del complemento mostró la misma cara ambiciosa de Gimnasia que en la etapa inicial. El equipo de Troglio, entendiendo quizá que sin ganar el mediocampo iba a ser muy complicado atropellar a River, se adelantó un poco en la cancha y presionó más arriba. Esto llevó a que crezca el desempeño de Meza, Mussis tome más protagonismo y Pouso, de flojo primer tiempo, tenga que doblegar esfuerzos en la presión.
Con el ímpetu de no dejar jugar a la visita y ahogar en cada salida del conjunto millonario, a los 13’ se registró la ocasión más clara del Lobo hasta entonces en el partido: Mussis abrió la pelota para Meza, éste la peinó y en el segundo palo Blengio, que quiso rematar pero no pudo, se la dejó servida a Barsottini, pero Pucho increíblemente debajo del arco remató de manera defectuosa y el grito de gol en el Bosque quedó atragantado sobre los cuatro costados.
Aquella situación malograda por los locales despertó de la modorra al Millonario, que sólo de a ratos tuvo el juego asociado que busca su DT y nunca el peso arriba necesario como para poner sobre las cuerdas a la defensa tripera. Andrada, ya en cancha, tuvo su chance pero el Mono lo atoró.
En este andar del partido, el quiebre se dio a los 27 minutos cuando Oreja quiso asistir por arriba a Rasic y Ceballos pitó penal al ver agarrón de Maidana sobre el espigado delantero albiazul. Dos minutos después, Licht ejecutó desde los doce pasos con categoría y decretó el 1 a 0 en el match.
Tras el gol de Gimnasia, tres minutos después River tuvo una oportunidad muy clara para igualar pero Monetti, en medio de un torbellino dentro del área, otra vez le dijo que no y ahogó cualquier intento de la visita por llegar al empate. Lo mismo a falta de 5’ para que se vaya el partido, cuando para entonces la figura de la cancha le sacó un estupendo cabezazo al pibe Andrada, que miró el cielo tratando de buscar una explicación a semejante atajada.
Con el correr de los minutos Troglio entendió que había que cerrar el partido y con Miloc en cancha replegó a sus jugadores dentro de su campo para jugar de contra y, por supuesto, aguantar siempre que se pueda la pelota, mientras el Millonario ya no contaba con recursos para lastimar.
Así se fue el encuentro y Gimnasia se quedó con una victoria de un valor inmensurable. El Lobo volvió a Primera con todo, debutó con el pie derecho en el torneo, impuso su hambre ante uno de los candidatos a quedarse con el título y demostró que manteniendo la forma de juego que tuvo en el torneo de la B Nacional va a provocar un dolor de cabeza a cualquiera.
En el balance general del encuentro River fue el que tuvo más la pelota y ocasiones claras para convertir -una vez más volvió a ser descomunal el trabajo de Monetti-, y Gimnasia el que, apelando más a la entrega y el sacrificio, inclinó la balanza a su favor hasta llegar a la victoria, que llegó a los 29' del segundo tiempo desde los doce pasos.
El comienzo del juego mostró a un Lobo hambriento, tomando la iniciativa y tratando de marcarle el territorio al Millonario. Tal es así que en el trascurso de los primeros 5 minutos ya había contado con dos situaciones sobre el arco de Barovero. El primero con un remate de Pereyra, que se fue por encima del travesaño, y la segunda mediante un disparo de Mussis que el arquero de la Banda muy bien supo reaccionar y mandar la pelota al córner.
Superados estos primeros minutos River, que fue de menor a mayor y con el andar del juego se fue adueñando de la pelota, especialmente en el mediocampo, sector que a Gimnasia le costó mucho dominar, respondió sobre el cuarto de hora a través de un buen cabezazo del hábil Lanzini, tras un tiro libre de Ferreyra, que por poco no se le metió al Mono Monetti.
Este primer aviso de la visita se convirtió dos minutos después en una preocupación. Es que perdido el mediocampo, Carbonero encaró entre los centrales y desde afuera el colombiano sacó un rasante remate que se fue apenas desviado, para tranquilidad del pueblo gimnasista.
Desde esta situación del Millonario hasta los 40 minutos del primer tiempo el partido entró en una meseta y ninguno encontró el camino ideal como para lastimar, mas el conjunto que dirige Ramón Díaz continuó siendo el que más y mejor manejó la pelota en toda esta etapa. Y para colmo Monetti tuvo que volver a exigirse ante débil pero justo disparo de Maidana.
Esperó el momento y no lo perdonó. El comienzo del complemento mostró la misma cara ambiciosa de Gimnasia que en la etapa inicial. El equipo de Troglio, entendiendo quizá que sin ganar el mediocampo iba a ser muy complicado atropellar a River, se adelantó un poco en la cancha y presionó más arriba. Esto llevó a que crezca el desempeño de Meza, Mussis tome más protagonismo y Pouso, de flojo primer tiempo, tenga que doblegar esfuerzos en la presión.
Con el ímpetu de no dejar jugar a la visita y ahogar en cada salida del conjunto millonario, a los 13’ se registró la ocasión más clara del Lobo hasta entonces en el partido: Mussis abrió la pelota para Meza, éste la peinó y en el segundo palo Blengio, que quiso rematar pero no pudo, se la dejó servida a Barsottini, pero Pucho increíblemente debajo del arco remató de manera defectuosa y el grito de gol en el Bosque quedó atragantado sobre los cuatro costados.
Aquella situación malograda por los locales despertó de la modorra al Millonario, que sólo de a ratos tuvo el juego asociado que busca su DT y nunca el peso arriba necesario como para poner sobre las cuerdas a la defensa tripera. Andrada, ya en cancha, tuvo su chance pero el Mono lo atoró.
En este andar del partido, el quiebre se dio a los 27 minutos cuando Oreja quiso asistir por arriba a Rasic y Ceballos pitó penal al ver agarrón de Maidana sobre el espigado delantero albiazul. Dos minutos después, Licht ejecutó desde los doce pasos con categoría y decretó el 1 a 0 en el match.
Tras el gol de Gimnasia, tres minutos después River tuvo una oportunidad muy clara para igualar pero Monetti, en medio de un torbellino dentro del área, otra vez le dijo que no y ahogó cualquier intento de la visita por llegar al empate. Lo mismo a falta de 5’ para que se vaya el partido, cuando para entonces la figura de la cancha le sacó un estupendo cabezazo al pibe Andrada, que miró el cielo tratando de buscar una explicación a semejante atajada.
Con el correr de los minutos Troglio entendió que había que cerrar el partido y con Miloc en cancha replegó a sus jugadores dentro de su campo para jugar de contra y, por supuesto, aguantar siempre que se pueda la pelota, mientras el Millonario ya no contaba con recursos para lastimar.
Así se fue el encuentro y Gimnasia se quedó con una victoria de un valor inmensurable. El Lobo volvió a Primera con todo, debutó con el pie derecho en el torneo, impuso su hambre ante uno de los candidatos a quedarse con el título y demostró que manteniendo la forma de juego que tuvo en el torneo de la B Nacional va a provocar un dolor de cabeza a cualquiera.
DANILO&DIEGO
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