Era lo que faltaba, que el equipo en la cancha no solo no jugara a nada, sino que ahora también entre en un sin brújula que refleja que todo esta mal. Es un fiel reflejo de lo que es nuestro club hoy, nuestros dirigentes, un desconcierto institucional terrible que hoy atraviesa nuestro querido Gimnasia. Ahora los jugadores mas todo el cuerpo técnico entraron en una locura total, en no respetar las reglas, en no respetar los limites y en cagarse en una camiseta a la que hay que traspirar, querer y por sobre todas las cosas respetar. Pero lo de ayer a la tarde en Parque Patricios nos dio VERGUENZA, no le importo un carajo nada a ninguno de los que estaban en la cancha representándonos, ni en un partido de barrio se tienen tan pocos códigos por los colores.
Hubo un partido, volvió a perder el Lobo, en esta oportunidad fue 2 a 0 frente a Huracán, y acrecentaron el
flojo momento colectivo e individual de varios jugadores. A esto hay que
agregarle que terminó el encuentro con dos menos por las expulsiones de
Altobelli y Alan Ruiz en el parcial inicial.
En un parejo primer tiempo que tuvo la particularidad de estar detenido 25 minutos por un corte en el suministro eléctrico del estadio, y que luego se desnaturalizó producto de algunos fallos polémicos de Diego Ceballos (sancionó dos penales que generaron malestar en Gimnasia y hubo cuatro expulsiones, dos de ellas para los entrenadores), la diferencia entre el Globo y el Lobo estuvo básicamente en las áreas.
Así como los locales sacaron rédito de las dos penas máximas que Ceballos sancionó y que Milano, en ambas ocasiones, transformó en gol, la visita se chocó contra la figura de Monzón.
En un parejo primer tiempo que tuvo la particularidad de estar detenido 25 minutos por un corte en el suministro eléctrico del estadio, y que luego se desnaturalizó producto de algunos fallos polémicos de Diego Ceballos (sancionó dos penales que generaron malestar en Gimnasia y hubo cuatro expulsiones, dos de ellas para los entrenadores), la diferencia entre el Globo y el Lobo estuvo básicamente en las áreas.
Así como los locales sacaron rédito de las dos penas máximas que Ceballos sancionó y que Milano, en ambas ocasiones, transformó en gol, la visita se chocó contra la figura de Monzón.
Ya sobre el final de esta primera etapa Gimnasia, nervioso y mezquino en todas sus líneas, entró en un desconcierto general y perdió a Altobelli y Ruiz, quienes se fueron expulsados por juego violento. Lo mismo que Troglio, que tuvo que dejar el banco por exceso verbal (el árbitro había echado a Rivoira a los 3 minutos de juego).
El segundo tiempo prácticamente estuvo de más. Huracán, con el marcador a su favor, se encargo de manejar el partido a su antojo y tener la pelota fuera del área de Monzón. Todo lo contrario hizo el Lobo, que a la improductividad e impericia para ir en busca de la igualdad, tuvo que doblegar los esfuerzos por tener inferioridad numérica dentro de la cancha. Producto de todo esto, el arco local le quedó lejísimos al Lobo.
Con esta pobre y deslucida actuación, el Lobo cerró la temporada fuera del Bosque con una derrota que tranquilamente puede tomarse como un reflejo de la realidad que atraviesa el club. Un desconcierto generalizado repleto de incertidumbres que hoy le depara a nuestro querido Gimnasia un panorama más que preocupante.
D&D
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